| Descripción |
Este retrato sugiere que la escena tuvo lugar en el estrado, espacio exclusivamente femenino situado en la zona más íntima de la casa. Aquí habría sido retratada la dama junto con las mujeres de su entorno, mientras realizaban las labores que constituían sus deberes domésticos y con las que contribuían al buen orden de la casa.
Sin embargo, determinados detalles inducen a pensar que, más allá del retrato familiar, el pintor quiso representar la imagen de la perfecta casada, tal y como se concebía en la época. Para lograrlo, hace que la dama personifique las virtudes de recato, honestidad y discreción valiéndose de su compostura y gesto mesurado. Representa en ella a la mujer leal, prudente, firme y sufrida sugiriendo que espera a su esposo, al que pertenece el asiento vacío que apenas se deja ver junto al estrado, mientras se concentra en la labor que realiza. Por último, la muestra bien vestida, como dama "de calidad", cuya obligación era ostentar la riqueza para evidenciar su supremacía y el correcto orden social.
La dama que ocupa el centro de la escena, pudo ser Jerónima de las Cuevas, madre del Greco o Alfonsa de los Morales, esposa de de su hijo Jorge Manuel. Vestida con lujo caro y discreto: lleva una basquiña de seda, un jubón al estilo cortesano y, encima, una ropa oscura; en la cabeza, una toca decorada con encajes. Esta sentada sobre una almohada y sobre su regazo descansa una "almohadilla de bordar", que le sirve de apoyo para la labor que tiene entre las manos.
La dueña era un cargo doméstico desempeñado por mujeres de edad madura. La dueña aquí representada va vestida de negro, como corresponde a su edad y condición, y lleva en la cabeza una toca de cabos al estilo tradicional. Los anteojos, que sin duda necesitaría, servían también para hacer más notable su seriedad.
Las dos jóvenes son criadas, que llevan tocas de rebozo, más corrientes. Una hila; la otra acompaña al hijo de la dama para presentárselo, quizá antes de llevarlo a dormir. El niño lleva un babador o mandil adornado con delicados encajes almidonados.
Esta obra es copia de un original del taller del Greco que se encuentra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. La mujer situada en el centro podría ser Jerónima de las Cuevas, la madre de Jorge Manuel, que murió tempranamente o bien Alfonsa de los Morales, primera mujer de Jorge Manuel. La copia fue realizada por Jerónimo Seisdedos, copista y restaurador del Museo del Prado.
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